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Noticias de EE.UU.

Mafalda interminable

Por Camilo Egaña

Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

“No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito”. Quien decía cosas como esas cumplirá 52 años este 2016 y costará entender que siga siendo una niña.

Si hay un personaje que valga la pena celebrar, que sea Mafalda por todo lo que hoy padecemos y necesitamos.

Quino, el padre de la chiquilla, ha dicho una y otra vez que jamás imaginó, ni en sus sueños de colmo, que esa niña deslenguada, curiosa, irónica y tierna llegaría tan lejos.

La vigencia del personaje desmiente a todos los que sostienen que tras la caída del Muro de Berlín el mundo se volvió irreconocible.

Mafalda es mil veces más efectiva que cualquier librito de superación personal porque, por encima de todo, supura inconformismo. No ha habido un personaje de historieta tan positivamente pesimista.

Cuando un gurú de esos que prometen la felicidad por diez centavos recomienda sonreír al despertar, Mafalda sugiere esto : “Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo’’. Es que la única certeza de Mafalda es la incertidumbre. Como nos pasa a todos, aunque no lo advirtamos.

Umberto Eco recomendaba tratarla con el respeto que merece un personaje real no fuera a ser que, en el mejor de los casos, nuestros hijos se conviertan en otras Mafaldas.

Mientras tanto, yo como ella, “lo que quiero que me salga bien es la vida".