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A 500 años de la caída de México-Tenochtitlan, una mirada en profundidad a la torre de cráneos del Huey Tzompantli

Por Rey Rodríguez

(CNN Español) -- El templo sagrado Huey Tzompantli, construido por los mexicas en la gran México-Tenochtitlan, no era un espacio de muerte sino de vida, según el experimentado arqueólogo mexicano Raúl Barrera. Se trata de una teoría que reafirmó tras estudiar una famosa torre azteca de cráneos humanos que perteneció al centro ceremonial y que fue descubierta recientemente.

"El Huey Tzompantli, más que, podemos decir, un templo dedicado a la muerte, es un templo de vida", asegura Barrera, quien ha realizado múltiples excavaciones arqueológicas en distintas partes del país. "Lo que estaban haciendo era regenerar vida, están generando nuevos individuos, nuevos guerreros, porque había esa creencia en su cosmovisión de que los dioses podrían morir. Entonces había que estarlos alimentando para que el ciclo de la vida continuara y el universo siguiera existiendo".

CNN tuvo un acceso profundo y detallado al lugar del hallazgo, considerado uno de los más impactantes de los últimos años, según un boletín de la Secretaría de Cultura de México.

"Los cráneos pueden haber pertenecido a individuos del sexo masculino, pero hay mujeres y también cráneos de niños, aunque en menor porcentaje", comenta el arqueólogo Barrera, quien señala que todavía está por determinar si la gran mayoría de los cráneos pertenecieron a prisioneros de guerra que fueron sacrificados en el Templo Mayor, dedicado a Huitzilopochtli, dios de la guerra.

Cráneos encontrados pertenecerían a humanos sacrificados 1:17

La columna de cráneos humanos fue descubierta en 2015 en el sótano de una antigua casa en remodelación, ubicada en el casco histórico de la capital mexicana. Desde entonces el equipo de arqueólogos y antropólogos físicos que trabaja en el recinto ha continuado excavando hasta llegar a lo más impactante de la torre, su fachada exterior, la misma que describieron algunos conquistadores en sus crónicas sobre los momentos de la caída de la Gran Tenochtitlan hace ya 500 años.

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La reacción de los españoles

"Este edificio lo ven los españoles y es esa representación, es como una síntesis en físico de un sistema de creencias que era totalmente ajeno al de ellos y se quedan impactados. Se impactan, y ellos no pueden entenderlo", nos dice la arqueóloga Lorena Vázquez, quien considera que hay algunas similitudes entre las dos culturas que se enfrentaron durante la conquista.

"Los españoles tal vez no se dan cuenta en ese momento que esto que les impresionó es tan parecido como todo lo que ellos hacían. O sea, es producto de todo un sistema religioso, pero, además, económico, político y social, como las guerras que ellos tenían, como la misma conquista que ellos estaban emprendiendo", agrega Vázquez.

¿Se podrá encontrar otra torre de cráneos?

El arqueólogo Raúl Barrera supone que muy cerca del hallazgo podría encontrarse otra torre de cráneos que, posiblemente, fue colocada en otro extremo del templo Huey Tzompantli y que podría estar debajo de la Catedral Metropolitana, según documentos históricos que describen el lugar.

Antropólogo explica hallazgo de 119 cráneos aztecas 3:00

"Suponemos que existe otra torre porque por las referencias de documentos históricos, sobre todo de un conquistador que se llamó Andrés de Tapia, que vino con Hernán Cortés, entonces ellos hacían una descripción de lo que veían, de los edificios y todo lo que hicieron. Entonces, Andrés de Tapia, él menciona dos torres de cráneos humanos asociados al Huey Tzompantli. Por eso, nosotros creemos que existe otra torre y esperamos detectarla en un futuro".

Sin embargo, Barrera dice que no está totalmente seguro de poder encontrarla tras futuras excavaciones, ya que la mayoría de los recintos ceremoniales de la Gran Tenochtitlan fueron arrasados por los conquistadores españoles tras su caída el 13 de agosto de 1521.

"El espacio sagrado fue destruido, fue arrasado como resultado de esa conquista y con esas mismas piedras van a construir los nuevos edificios, las nuevas casas. Los nuevos templos cristianos fueron construidos con los mismos materiales y seguramente con las mismas manos indígenas que fueron obligadas a hacer esto", asegura Barrera.