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Donald Trump

Donald Trump

Disuaden a Trump de que otorgue indultos a sus hijos y a legisladores republicanos

Por Kaitlan Collins, Kevin Liptak, Pamela Brown

(CNN) -- El presidente Donald Trump recibió una advertencia inquietante en su último sábado por la noche en la Casa Blanca.

En una larga y concurrida reunión con sus asesores legales, a Trump se le advirtió que los indultos que en algún momento esperaba otorgar a su familia e incluso a sí mismo lo colocarían en una posición muy peligrosa desde el punto de vista legal, transmitirían la apariencia de culpa y potencialmente lo harían más vulnerable a las represalias.

También se advirtió a Trump que los indultos para los legisladores republicanos que los habían solicitado por su papel en la insurrección del Capitolio enfurecerían a los republicanos del Senado que determinarán su destino en un próximo juicio político.

Los detalles de la reunión en la que se discutieron los posibles indultos de Trump

El abogado de la Casa Blanca Pat Cipollone y otro abogado que representó a Trump en su primer juicio político, Eric Herschmann, realizaron estas advertencias graves mientras Trump, su hija Ivanka y su esposo Jared Kushner escuchaban. Otros abogados se sumaron por teléfono. Todos le dijeron a Trump que no debería indultarse a sí mismo, a su familia ni a ningún legislador republicano de manera prospectiva a menos que estuviera preparado para enumerar delitos específicos.

Cipollone y el exsecretario de Justicia William Barr advirtieron a Trump a principios de este mes que no creían que debía indultarse, dijeron a CNN varias fuentes familiarizadas con el asunto la semana pasada. Barr le transmitió esta posición a Trump antes de renunciar el mes pasado, dicen las fuentes.

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Trump siguió sacando a relucir el asunto en los días siguientes, incluso después de que los funcionarios creyeron que la cuestión estaba resuelta. Pero la reunión aleccionadora del sábado por la noche en la Casa Blanca pareció poner fin a la idea.

Si bien Trump a menudo descarta los consejos con los que no está de acuerdo —particularmente los de Cipollone, con quien tiene una relación fracturada— el mensaje del sábado resonó. La conversación asustó a Trump de una manera en que otras pocas lo han hecho, dijo a CNN una persona familiarizada con su reacción.

Ahora, Trump dejará el cargo en silencio y descorazonado por no poder ejercer el poder que más ha apreciado mientras era presidente. Encerrado por sus propias acciones que ayudaron a provocar los disturbios en el Capitolio, Trump se encuentra limitado de una manera que en su mayor parte evitó durante todo el mandato.

Trump aún podría cambiar de opinión sobre los indultos

Se espera que su último lote de indultos, que llegará el martes más tarde, incluya a pocos de los criminales controvertidos o extravagantes que han caracterizado el uso que ha hecho anteriormente de su poder para otorgar clemencia.

Trump aún podría cambiar de opinión y conserva sus poderes amplios de clemencia hasta el mediodía del miércoles. El presidente sigue mencionando indultos que los asesores en algún momento pensaron que ya estaban fuera de discusión, incluido uno para el exestratega Steve Bannon. Esto genera una incertidumbre general sobre si Trump continuará siguiendo los consejos de sus abogados.

Hay una lucha frenética detrás de escena sobre si conceder un insulto a Bannon. Una preocupación es la posible conexión de Bannon con el asalto del 6 de enero de partidarios de Trump en el Capitolio, según una fuente familiarizada con las discusiones.

Hasta el martes por la noche, Trump iba y venía sobre el tema del indulto a Bannon, según dijeron fuentes a CNN.

Más temprano el martes, funcionarios de la Casa Blanca y otras personas familiarizadas con el asunto describieron a un presidente silencioso, preocupado por su juicio político pendiente y los problemas legales, a quien se disuadió de ideas largamente discutidas después de la insurrección del Capitolio.

La situación de varios legisladores republicanos

Varios legisladores republicanos que supuestamente estuvieron involucrados en el mitin que precedió al asalto mortal en el Capitolio solicitaron indultos a Trump antes de que deje el cargo. Sin embargo, después de reunirse con sus asesores legales durante varias horas el sábado, el presidente decidió que no se los concedería, según dos personas familiarizadas con sus planes.

El miedo a la exposición legal no se limita a los republicanos que promovieron o hablaron en el mitin, incluidos los representantes Andy Biggs, Mo Brooks y Paul Gosar. Aquellos que participaron, organizaron y recaudaron fondos también están preocupados, dijeron fuentes a CNN. Esto incluye a su hijo mayor, Donald Trump Jr., y su novia, Kimberly Guilfoyle, quienes hablaron en el mitin.

¿Qué sucede con quienes ingresaron al Capitolio?

Figuras principales asociadas con los grupos que ayudaron a organizarlo —incluidas Women for America First y Turning Point Action, el brazo del comité de acción política Turning Point USA— también han expresado de manera privada su preocupación por las repercusiones legales, dijo una persona familiarizada a CNN.

Varios de los asesores más cercanos de Trump también lo han instado a que no otorgue el indulto a nadie que haya ingresado al Capitolio, a pesar de la postura inicial de Trump de que los involucrados no habían hecho nada malo.

Como informó anteriormente CNN, uno de los principales organizadores del movimiento que tenía como objetivo revertir los resultados de las elecciones afirmó que trabajó en estrecha colaboración con congresistas republicanos. Ali Alexander, líder del grupo "Stop the Steal" (Detengan el robo), dijo en varios emitidos en vivo por internet que planeó el mitin con Gosar de Arizona, Brooks de Alabama y Biggs de Arizona.

Las posibilidades de un autoindulto e indultos familiares de Trump

La idea de indultarse a sí mismo ha cautivado a Trump durante casi todo su tiempo en la presidencia. Veía esta perspectiva como una varita mágica unilateral que creía que podría aliviar sus problemas legales, si no hacerlos desaparecer por completo.

Casi tan seductor: indultos preventivos para los miembros de su familia. Trump se ha lamentado durante mucho tiempo de que sus enemigos los atacaban injustamente. Hacerlos inmunes a las represalias parecía un dedo medio levantado para sus detractores.

La posición legal de cualquiera de las medidas era cuestionable. Y Cipollone había sido "directo y fuerte" con respecto a que era poco probable que un autoindulto se sostuviera en una corte, dijo una persona familiarizada con el asunto. Internamente se cree que uno de los elementos del legado de Cipollone es si disuade a Trump de perdonarse a sí mismo.

Otros apelaron a Trump advirtiéndole que debería estar más preocupado por el efecto que tendría su legado, no por la situación legal de los indultos.

La decisión de no indultar a ningún legislador republicano ni a sus familiares fue de última hora. Después de defender inicialmente la idea de que podría indultarse a sí mismo o los miembros de su familia por la preocupación de que fueran atacados una vez que dejara el cargo, Trump decidió el sábado por la noche que no indultaría a nadie de su familia ni a sí mismo.

Decepcionado con el resultado

Trump estuvo de acuerdo con los abogados y otros asesores en que hacer eso aumentaría la apariencia de culpa y que podría hacerlos más vulnerables, pero quedó decepcionado con el resultado, según personas familiarizadas con el asunto.

Trump, según personas con las que había hablado, parecía más impresionado con el mensaje de poder sin controles que podría enviar a sus detractores que con la protección real contra la responsabilidad legal. El poder de indulto estaba entre sus ventajas favoritas del trabajo.

Trump dejará el cargo enfrentando cuestiones legales importantes que solo se intensificaron durante sus últimos días en la presidencia. Su llamada telefónica al secretario de Estado de Georgia en la que lo instó a "encontrar" votos y su discurso en el que alentó a su multitud a "mostrar fuerza" en su marcha hacia el Capitolio lo han puesto bajo un microscopio legal.

Investigaciones en curso

La nueva posible exposición criminal se suma a las investigaciones en curso del estado de Nueva York sobre las finanzas del presidente y las múltiples demandas por difamación relacionadas con que Trump que niega las acusaciones de agresión sexual por parte de mujeres. La oficina del fiscal de distrito de Manhattan lleva una investigación criminal amplia sobre denuncias de fraude de seguros y fraude fiscal. El fiscal general de Nueva York, por su parte, tiene una investigación civil sobre si la Organización Trump infló de manera indebida el valor de sus activos.

La situación legal que enfrenta el presidente proporcionó el telón de fondo a su discusión en curso sobre los indultos, que comenzó en serio el año pasado.

Durante las últimas semanas, Trump ha discutido incesantemente los indultos con sus socios. A menudo ha preguntado si personas que no habían sido acusadas de ningún delito querían un indulto antes de que él dejara el cargo. Las discusiones pusieron nerviosos a algunos asistentes, que no creían que estuvieran en camino de ser procesados.

Incluso en un día tan reciente como el lunes, cuando le quedaban horas de su presidencia, Trump parecía obsesionado con los indultos.

Si bien estaba considerando indultos preventivos para sus hijos y su abogado personal Rudy Giuliani, una fuente cercana al proceso dijo que ya no se espera que los otorgue. Tampoco se espera que Bannon, quien ha sido acusado de cargos de fraude, reciba un indulto el martes, dijo la fuente.

Las preocupaciones de Trump

No se espera que Trump indulte a Edward Snowden o Julian Assange, cuyos papeles en la revelación de secretos estadounidenses enfurecieron a Washington.

Si bien una vez consideró la idea, Trump decidió no hacerlo porque no quería enojar a los republicanos del Senado, quienes pronto determinarán si es condenado durante su juicio en la cámara alta. Varios legisladores republicanos habían enviado mensajes a través de sus asistentes sobre su fuerte oposición a que se indultara a Assange o Snowden.

Al dejar el cargo, Trump ha expresado una preocupación real de que los republicanos puedan volverse contra él. Una condena en el juicio político del Senado limitaría sus actividades políticas futuras y lo despojaría de algunas de las ventajas gubernamentales de ser un expresidente.

Trump está menos preocupado por la posibilidad de que se le prohíba volver a postularse como candidato, y más preocupado por la óptica de ser condenado por el Senado, dijeron personas familiarizadas con el asunto.